viernes, 28 de mayo de 2010

50 frases históricas

1. “Quien da primero, da dos veces”. Hoy es una de las obviedades más repetidas, pero hubo un personaje que enunció ese razonamiento antes que nadie (en el s. I d.C.). Fue Séneca, uno de los más grandes pensadores de todos los tiempos.

2. “Los amantes de Teruel. Tonta ella y tonto él”. Se aprovecha de un relato del siglo XIII, Los amantes de Teruel, que narra el amor imposible entre Juan Diego Martínez de Marcilla e Isabel de Segura, para dejar claro que no hay que perder el tiempo con objetivos difíciles de cumplir.

3. “Por los cerros de Úbeda”. Fernando III, el santo esperaba a un hidalgo aliado suyo que iba a ayudarle con sus huestes a tomar la ciudad jienense. Éste, con pocas ganas de guerra, llegó tras la conquista del año 1233 diciendo que se había perdido por los cerros de la zona.

4. “Cualquier tiempo pasado fue mejor”. Se difundió en España gracias a la elegía del poeta Jorge Manrique (1440-1478) a la muerte de su padre, Rodrigo Manrique, aunque el poeta la tomó de la Biblia, donde puede leerse tal cual dentro del Eclesiastés.

5. “Que salga el sol por Antequera”. Se emplea para mostrar despreocupación por un asunto determinado. En la toma de Granada, en 1491, las tropas españolas la usaban como un equivalente a “que salga el sol por donde salga”. Desde donde se encontraban, el sol no salía nunca por Antequera, que está al oeste de Granada.

6. “Llevarla al huerto”. Es una expresión que se utiliza desde 1499, año en el que la alcahueta Celestina, personaje inmortalizado por Fernando de Rojas, consiguió llevar a Melibea al huerto en que la esperaba su enamorado Calixto.

7. “Hacer las cuentas del Gran Capitán”. Alude a las tan discutidas cuentas millonarias que Gonzalo Fernández de Córdoba, el Gran Capitán, presentó a los Reyes Católicos después de haber conquistado para ellos el reino de Nápoles en 1504.

8. “Se armó la de San Quintín”. En esta batalla casi olvidada (1557), los tercios del Ejército español entraron en Francia desde Flandes y aniquilaron a las huestes francesas, pero perdieron a la vez muchos hombres. De esa victoria pírrica nació esta conocida expresión.

9. “París bien vale una misa”. En 1593, Felipe II, interesado en que el trono francés lo ocupara su hija Isabel, accedió a que Enrique III de Navarra, calvinista recalcitrante, se casara con ella y se convirtiera en rey de los galos siempre que renunciara al protestantismo y abrazase la fe católica. Y Enrique contestó: “París bien vale una misa”. Católica, claro.

10. “Quien fue a Sevilla, perdió su silla”. Procede de un acontecimiento verídico: en el siglo XVI, el arzobispo de Sevilla intercambió por un tiempo su puesto con su sobrino, el arzobispo de Santiago, que era incapaz de dominar la ciudad gallega. Cuando quiso volver a su tierra, el sobrino se negó a cederle el sillón.

11. “Con la Iglesia hemos topado”. El Quijote es una fuente inagotable de sentencias célebres extrapolables a cualquier contexto actual. En un pasaje de la obra, Miguel de Cervantes (1546-1616), por boca del inmortal hidalgo manchego, expresa la imposibilidad de enfrentarse con el poder.

13. “Ladran, luego cabalgamos”. Cervantes hizo referencia a las consecuencias de nuestras acciones. Si Don Quijote y Sancho se hubieran mantenido quietos sobre sus cabalgaduras, los perros nunca habrían ladrado.
12. “Donde una puerta se cierra, otra se abre”. Otra ingeniosidad de Miguel de Cervantes y su Quijote, una versión del “no hay mal que por bien no venga” que se utiliza habitualmente para expresar optimismo ante una situación que parece desesperada.

14. “Todos a una, como en Fuenteovejuna”. Como relató Lope de Vega (1562-1635), el Fénix de las letras españolas, en este pueblo cordobés la gente se unió para ajusticiar al Comendador, un auténtico cacique responsable de muchos agravios.

15. “Poderoso caballero es Don Dinero”. El célebre soneto de Francisco de Quevedo pone de manifiesto la importancia del capital para progresar en la vida, que ya en el siglo XVII era el billete hacia una existencia terrenal más llevadera. No existe otra aseveración más extrapolable a la actualidad.

16. “Tienes más cuento que Calleja”. Dicho popular que tiene como protagonista a Saturnino Calleja Fernández, creador y director de una editorial fundada en 1785, cuya fama se debió a la publicación de los cuentos infantiles más célebres de la época.

17. “Viva la Pepa”. Grito de los liberales ensalzando la Constitución de 1812, la primera de la Historia de España, aprobada el 19 de marzo (San José), después de que el Ejército francés prohibiera vitorearla en público.

18. “Más feo que Picio”. En el siglo XIX, Picio fue un zapatero granadino condenado a muerte que, de pronto y sin saber muy bien por qué, fue indultado. De la impresión que le causó el perdón, perdió pelo, cejas y pestañas y se convirtió en ejemplo de fealdad.

19. “De Madrid al cielo”.Título de novela, letra de chotis, primer mandamiento del chulapo, esta frase popular la pronuncian los amantes de la vida en la capital de España, aunque pertenece a una época, principios del siglo XX, en la que el alcalde no hacía tantas zanjas.

20. “Caminante no hay camino, se hace camino al andar”. La poesía ha regalado al acervo popular miles de expresiones de uso común. Posiblemente, este verso extraído de los Cantares de Antonio Machado (1912) sea el más célebre de todos ellos. Hasta Serrat le ha puesto música.

21. “Hay gente ‘pa to’”. Tras una corrida en Madrid, el diestro Rafael Guerra, ‘guerrita’ (1862-1941) ofreció una fiesta a amigos y periodistas. En esa celebración le presentaron a D. José Ortega y Gasset, y lo hicieron en calidad de “filósofo”, a lo que el maestro inquirió: “¿Y eso qué es?”. Le explicaron que se trataba de la persona que trabajaba sobre las ideas, a lo que el Guerra respondió: “Hay gente pa tó”.

22. “Tienes más moral que el Alcoyano”. Alude al mundo del fútbol y al equipo del Alcoyano C.F. (de Alcoy, Alicante), que en 1948 iba perdiendo por 13 goles de diferencia en una eliminatoria de la Copa del Generalísimo y aún así luchaba con furia por empatar.

23. “Tengo todo atado y bien atado”. Eso aseguraba en 1975 el entonces Jefe del Estado Francisco Franco, que lo tenía todo preparado para que su régimen autoritario le sobreviviera después de muerto.

24. “No sabe usted con quién está hablando”. Apócrifo y popular, este dicho fanfarrón y amenazante era moneda de cambio habitual para los miembros de la Seguridad del Estado en los oscuros tiempos de la dictadura.

25. “Soy ateo por la gracia de Dios”. El cineasta Luis Buñuel (1900-1983) reconoció su ateísmo militante con una fórmula original a la altura de su genio: ese dios que él negaba era el mismo que le había convencido de su inexistencia.

26. “Café para todos”. Su autor fue Ernesto Che Guevara y no se refería a la Transición española, aunque siempre ilustrará un proceso en el que lo importante para sus promotores fue que todos, fueran de la ideología que fueran, tuvieran voz en el futuro político que se construía.

27. “¡Se sienten, coño!”. El 23 de febrero de 1981, guardias civiles con tricornio entraron en el Congreso para dinamitar lo que los españoles habían aprobado pocos años antes. Tejero, el jefe de aquella tropa enloquecida, impuso el orden a tiros y gritos. Los unos son aún visibles en la bóveda del hemiciclo. Los otros también: están alojados ya en el disco duro de la memoria colectiva.

28. “Puedo prometer y prometo”. El primer presidente de la recién nacida democracia española, Adolfo Suárez, usó esta fórmula reiterativa para convencer a una amplia mayoría de votantes y ganar las elecciones hasta 1982.

29. “A España no la va a reconocer ni la madre que la parió”. Alfonso Guerra pronunció estas palabras cuando el PSOE arrasó en las elecciones generales de 1982. Años después, en plena decadencia de sus políticas, la derecha la utilizó contra los socialistas.

30.“Ojo al dato”. Las madrugadas de radio alcanzaron, en los años 80 y 90, su punto culminante cuando se escuchaba esta exclamación en los labios del inolvidable gurú del periodismo deportivo, José María García. Anunciaba partidos amañados, conspiraciones, fichajes imposibles…

31. “Si bebes, no conduzcas”. Con un fuerte acento guiri, Steve Wonder decía esto al volante de un coche (era ciego) mientras cantaba uno de sus temas más conocidos en 1986. El mensaje se popularizó y aún hoy se escucha en la barra de los bares cuando alguien asegura que tiene que volver a su casa conduciendo.

32.“Póntelo, pónselo”. En 1987, esta campaña en favor del uso del preservativo intentó evitar una peligrosa tendencia entre la juventud: los casos del sida crecían y los embarazos no deseados se convertían en un quebradero de cabeza para muchos adolescentes.

33. “Que te pego, leche”. Eran los 80 y el affaire Rumasa ponía de los nervios al incombustible José María Ruiz Mateos, que se lanzó contra el ex ministro de Economía Miguel Boyer a la salida de los juzgados y le sacudió, rompiéndole las gafas, con este improperio como rúbrica de sus golpes.

34. “Él nunca lo haría”. Desde aquella campaña televisiva, caló la idea de que el amigo más fiel del hombre jamás abandonaría a su dueño en una cuneta. El anuncio se popularizó en los 80 y concienció a muchos propietarios de mascotas.

35. “Hola, ¿es el enemigo?”. El teléfono de Miguel Gila (1919-2001) llenó durante años los espacios televisivos de la noche de los sábados. Repetía sus chistes una y otra vez, pero nadie quedaba indiferente con sus impagables conversaciones entre trincheras.

36. “No es lo mismo estar dormido que estar durmiendo, porque no es lo mismo estar jodido que estar jodiendo”. El Premio Nobel Camilo José Cela (1916-2002) la utilizó para desmentir la infalibilidad de cierta fórmula que afirmaba que el participio y el gerundio venían a significar lo mismo. Pues no.

37. “Busque, compare, y si encuentra algo mejor, cómprelo”. En 1987, Manuel Luque, director general de Camp, pronunció uno de los eslóganes publicitarios más repetidos (y, por tanto, exitosos) de la historia de la caja tonta para anunciar el detergente Colón.

38. “Y hasta aquí puedo leer”. Mayra Gómez Kemp, timonel de uno de los programas con más gancho de la historia de la tele, Un, dos, tres, responda otra vez, leía sus tarjetas y dejaba, con aquella coletilla inquietante, que el enigma calara entre los concursantes y televidentes.

39. “Por consiguiente, Felipe presidente”. La coletilla utilizada por el ex presidente del Gobierno fue usada por los simpatizantes del PSOE para arengar y animar a Felipe González en los mítines electorales previos a las elecciones generales de 1992 y 1996.

40. “Márchese, señor González”. El ex presidente José María Aznar convirtió este latiguillo, repetido hasta la saciedad en dos debates televisados, en el más célebre en la carrera electoral de 1996.

41. “Todos contra el fuego”. A la altura del “Pezqueñines no, gracias”, este lema televisivo se ha quedado grabado en la memoria de varias generaciones de españoles gracias a la canción que se utilizaba en aquella campaña publicitaria (con Joan Manuel Serrat) y a que el problema que denunciaba se acrecienta verano a verano.

42. “Siempre negativo, nunca positivo”. Louis Van Gaal, aquel entrenador malencarado que, entre 1997 y 2000, llenó el Barça de holandeses, abroncó a un periodista por cuestionar el juego de su equipo en una rueda de prensa histórica. Su expresiva reprimenda aún resuena en los pasillos del Camp Nou.

43. “Vuelve a casa por Navidad”. Los turrones El Almendro son los culpables de la coletilla navideña por excelencia en España. ¿Quién no se refiere a su regreso al hogar familiar durante los últimos días de diciembre de esta manera?

44. “España va bien”. Estas tres palabras las utilizó el ex presidente Aznar para definir el estado de la nación y la validez de su proyecto ante las críticas vertidas desde las butacas socialistas en una sesión parlamentaria durante la primera legislatura (1996-2000) en la que gobernó el PP. El mensaje caló bien hondo entre los miembros de su partido y en los guiñoles televisivos, que la repitieron machaconamente.

45. “Trata de arrancarlo, ¡por Dios!”. A 200 metros de la meta, el coche de Carlos Sáinz se paró cuando el piloto estaba a punto de ganar su tercer campeonato del Mundo de Rallys en 1999. Su acompañante, el acelerado Luis Moya, se bajó del vehículo y, preso de la desesperación, rogó a su compañero que intentara un imposible.

46. “Unos agitan el árbol y otros recogen las nueces”. Xavier Arzalluz quiso expresar de esta manera la coincidencia de objetivos que mantenía parte de la clase política vasca con los pistoleros de ETA. Unos empuñaban las armas, otros lo aprovechaban en las urnas.
47. “Así han sido las cosas y así se las hemos contado”. El ex presentador Ernesto Sáenz de Buruaga terminaba así sus informativos de Antena 3, una declaración de intenciones que pretendía mostrar el compromiso de su cadena con la verdad.

48. “Nunca máis”. El Prestige sangraba fuel mientras que algunos decidían si era mejor alejarlo, torpedearlo, llevarlo a puerto… “Nunca máis”, surgida en aquellos días de 2003, ha visto cómo su lema es aplicable también a la ola devastadora de incendios que ha pintado de gris la verde Galicia durante este verano.

49. “Antes muerta que sencilla”. La pequeña María Isabel popularizó este viejo lema gay vendiendo miles de copias de su No me toques las palmas que me conozco y ganando el Festival europeo de la canción Eurojunior 2004 con su pegadizo y repetitivo rap flamenco.

50. “La vida puede ser maravillosa”. El inigualable Andrés Montes, el “cantamañanas” de la televisión, como él mismo se autodefine, popularizó esta consigna vital cuando la Selección Española de Fútbol disputaba el Mundial de Alemania del pasado verano.

1 comentario:

impresiones de una tortuga dijo...

Hola, me han encantado las frases históricas, por mi edad conocía muchas de éllas,sobre todo las de este siglo y parte del pasado, pero no por conocidas me han causado menos emoción, son curiosas e interesantes y algunas graciosas como la 19, por ejpl.Saludos