En
vísperas de la celebración de la festividad de la patrona de Rociana, Ntra. Sra.
del Socorro, os presento un nuevo artículo para dar a conocer las fiestas que
celebran otros pueblos en honor de la Virgen del Socorro. Hace unos años conocíamos la Imagen venerada en Córdoba y este año nos trasladamos hasta el municipio de Güímar
(Tenerife) que ahora mismo también están de fiesta.
El principal acto es la romería que celebran en estos días, considerada la más
antigua de todo el archipiélago canario y que congrega a más de 50.000 personas.
Una multitudinaria comitiva acompaña a la imagen de la Virgen en su tradicional recorrido hasta el
caserío situado en la playa de Chimisay, peregrinación anual que comienza en la Iglesia Matriz de San
Pedro Apóstol. El día 8 de septiembre tiene lugar la subida de la Virgen de regreso a la Iglesia de San Pedro de
Güímar. Pero antes tiene lugar una procesión en la misma playa acompañada por
Los Guanches y la Danza
de Cintas, así como por varias agrupaciones musicales.
Los guanches fueron los antiguos habitantes aborígenes de la isla de Tenerife
y cada año personas ataviadas a la usanza de estos pastores escenifican aparición
de la Virgen de la Candelaria en la Playa del Socorro, Güímar.
Según la leyenda relatada por Fray Alonso de Espinosa en 1594, la imagen de la Virgen se apareció a pastores guanches alrededor
de 1400, antes de la conquista castellana de la isla.
La imagen de Nuestra Señora de El Socorro, Alcaldesa Perpetua y Honoraria de
la ciudad de Güímar es una imagen de
pequeño tamaño. Iconográficamente representa a una Candelaria, pero con
variaciones a la hora de sostener el niño y la candela. Destaca la decoración a
base de letras y motivos florales en la falda, que se realzan sobre el fondo
rojo. El 19 de octubre de 2008 la imagen fue coronada canónicamente.
Existe un himno o pasodoble dedicado a la Virgen que es cantado durante sus fiestas y que
en el siguiente video podéis oir:
Pasodoble del Socorro
"Nuestra Señora ya partió con sus romeros hacia el mar va cuesta abajo,
lentamente, hasta el lugar, donde una tarde en Chimisay apareció.
Nuestra Señora ya partió con sus romeros hacia el mar y en el Socorro
amaneció la alegre ofrenda del cantar coplas que brotan sin cesar del corazón.
La romería sigue sin parar hasta la Ermita de su devoción y la guitarra empieza a
pregonar que ya la fiesta comenzó.
Silba la flauta suena el atabal en la Asomada crece la emoción y la parranda vuelve a
madrugar con su estribillo y su canción.
Al recordar, aquella historia que el guanche vivió repicarán viejas campanas
en el corazón.
Y al regresar por los caminos que ya recorrió volverá a vivir Nuestra
Señora, su fiesta mayor.
1 comentario:
MUY INTERESANTE, CALLEJUELO.
ASÍ APRENDEMOS UN POQUITO MÁS.
GRACIAS.
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