viernes, 13 de noviembre de 2009

Curso del 63 en Rociana

Hace unos días terminaba Curso del 63, un reality-show de antena 3 en el que un grupo de jóvenes (mayores de edad) de hoy conviven bajo los valores culturales y normas educacionales propias de los años 60. De ahí mi curiosidad por conocer como fue ese curso del 63 en nuestro pueblo Rociana, época por la que entonces estudiaban mis padres y tíos.

Por aquel entonces existían varios centros en el pueblo:
- Ermita de San Bartolomé: colegio con una sola aula para niños y un patio a la derecha del edifico que servía de recreo. Era de los centros más antiguos.
- Colegios de la Fuente Nueva (San Sebastián): lo formaba una antigua nave con techos de palos, en la que había 4 aulas y era para niños
- Colegio de los Portales: escuela mixta, pero como todos los de la época separados por completo. Un edificio era para los niños y otro para las niñas, cada uno con tres aulas y dos patios para cada centro. Ni siquiera estaban comunicadas las ventanas de las aulas de los niños con el patio de las niñas y viceversa.
- Colegio del Parque: colegio de niñas situado en el actual centro médico. Se accedía por la puerta actual que comunicaba con un patio y en cada esquina del edificio un aula (en total 4).
- Colegio del Barrillo: colegio mixto, localizado en la parte baja del recinto ferial. Era también de los más antiguos y fue poco usado. Algunas de las viviendas que ser construyeron para los maestros ni siquiera fueron estrenadas.
La jornada para un pequeño de la época comenzaba a las 9 de mañana y se desarrollaba hasta la 1 de la tarde, para hacer una pausa y volver por la tarde de 3 a 5 de lunes a viernes y jornada matinal el sábado, cuyo día debían de rezar el rosario las niñas. Mientras que ellos acudían con ropa de calle, ellas vestían babi blanco con lazo al cuello azul.

En sus primeras lecciones, escribían lo aprendido en la cartilla usando la pizarra y el pizarrín. Cuando sabían escribir, utilizaban las libretas de dos o una raya con el lápiz, la pluma y el tintero, la estilográfica o los primeros bolis Bic. Los libros utilizados eran los de Álvarez y posteriormente la Enciclopedia escolar Hijos de Santiago Rodríguez Burgos, cuyas lecciones se daban un año y al siguiente se volvía a repasar. Se daba 1 ó 2 asignaturas al día, algunas debían de venir estudiadas de casa. Se completaba las actividades con copiados, dictados o redacciones.

No había como hoy actividades escolares o excursiones pero sí mucho respecto por el maestro. Cuando alguien entraba en clase, todos los alumnos se levantaban y saludaban.

Costumbre de esa época es que había que encenderle al maestro o maestra su copa de cisco para que no pasaran frío, mientras que los alumnos no tenían ningún tipo de calefacción. Otra tarea que había que realizar era la de ayudar a preparar la olla de leche en polvo que a excepción de los que tuvieran un justificante médico todos debían de beber. Algunos para poder bebérselo mejor recurrían al azúcar o Cola Cao que se traían de su casa o esperar un descuido para dársela a algún compañero que sí le gustara o tirarla por el retrete.

Muchos fueron los maestros que pasaron por los colegios de Rociana. Maestros para los niños y Maestras para las niñas. De los más mayores que había a principio de los 60 estaba Don Segundo, nativo del pueblo. Daba clases en la ermita de San Bartolomé. Por ser mayor era del lema: la letra con sangre entra. Y los niños que no se sabían sus lecciones eran castigados con reglazos en las manos o en el culo. Cuando no tenía regla de madera una simple vara de olivo servía.

Los castigos de la época eran entonces esos: un reglazo en la mano y si la retiraba dos, un tirón de patillas o bien castigado en un rincón o de rodillas y hasta con los brazos abiertos en cruz sujetando libros. Ya con la venida de maestros más jóvenes eran ya pocos los castigos injustificados que se hacían.

Otro profesor era el bonariego Don Bernardo que cada mañana venía del pueblo vecino en su vespa, con un transistor grande colgado del cuello. Don José Infante, Don Jesús y Don Ricardo, fueron también maestros en Rociana. Por aquellos primeros años de los 60 se incorporaron maestros que se han jubilado recientemente, alguno de ellos maestros míos. Se trata de Don José Velasco, Don Antonio Pedraja o Don Luis Tello.

De maestras estaban Doña Victoria que era la directora del colegio del parque y su aula era la ermita de San Sebastián, tenía además un huerto en el patio del recreo. Otra maestra de las mayores y por tanto de las que más castigaba era Doña Cochita. Esta señora parece ser que no era muy buena maestra, prestaba poca atención en su trabajo y era también del lema: “la letra con sangre entra”.
Otra maestra que estuvo mucho tiempo fue Doña Encarnación o Doña Vicky. De las más jóvenes estaban Doña Angelines y Doña Alicia, hijas de Doña Victoria. Doña Dori, Doña Antonia y Doña Ana Mora o su hermana Antonia la cual tuve la suerte de tener en 3º de EGB, el año de su jubilación.

Así podría ser la imagen de esas escuelas del curso del 63 en nuestro pueblo, que las personas nacidas por los años 50, tuvieron la dicha de conocer.




Fotos: Juan Ramírez y Juan Hernández

4 comentarios:

Antonio dijo...

Estuvo muy interesante el programa. Lástima que la radio fallaba de vez en cuando. Muy curiosa la anécdota de Don Segundo cuando se le partió la regla y un alumno le regaló una.

Condal dijo...

Lleva razón Antonio, al pelota que le regaló la regla nueva le salió el tiro por la culata.
Doña Vicky "is the best".

TeleAzafata dijo...

Qué gracioso, Calle!

A mí también me gustó mucho el programa.

Y tu forma de explicarlo, jeje.

Besos

Reme dijo...

Coincido.. tb me encanto como ya dije en mi blog juan yo tb tngo por aki el libro de mi mami... de donde has sacado las fotos... que wenas "!!

Saludos