Con la destrucción de la imagen de la Virgen de los Dolores en 1.936, la Hermandad, tutelada por la familia Harriero, interrumpe los cultos y la estación de penitencia, quedando durante años en gran estado de postergación y decadencia. La Hermandad se encuentra completamente extinguida. Con el paso de los años, esta familia se traslada a Sevilla y en esta ciudad empieza a hacer gestiones para la realización de la nueva imagen de la Virgen de los Dolores. La camarera de la sevillana hermandad de Pasión, conocedora de las intenciones de esta familia, le informa de que ellos tienen en su casa-hermandad una imagen en depósito de una Dolorosa, realizada por José Manuel Rodríguez Femández-Andes. La hermandad de Pasión tenía intenciones de sustituir la Imagen de su Titular y a causa de ello, el hermano del escultor la deposita para su adquisición, pero por desavenencias entre sus cofrades todo se vino abajo. La familia Harriero, al ver la imagen de la Dolorosa, queda prendada de su belleza y se pone en contacto en Madrid con el hermano del escultor José Manuel Rodríguez Femández-Andes, que había fallecido en 1.950.
En 1.952, Dña. Dolores Harriero Molina adquiere esta efigie de la Virgen, costeándola de su propio pecunio, con el propósito de sustituir la antigua imagen de la Virgen de los Dolores. En este mismo año se bendecía esta Dolorosa, su salida se preparó desde la bodega de D. Eloy Picón (Avda. de Niebla); desde allí salió en parihuela recorriendo distintas calles hasta la ermita de la Virgen del Socorro, donde tuvo lugar la ceremonia. Después de su bendición se trasladó provisionalmente a la casa de Dña. Dolores Harriero Molina, hasta 1953 que se trasladó a la parroquia recién inagurada.
La imagen de la Virgen de los Dolores de candelero para vestir, tallada de cabeza y manos por José Manuel Rodríguez Fernández-Andes en 1945 y adquirida en 1952; de tamaño natural, mide 1,58 m tras la restauración sufrida en años posteriores (en su hechura primitiva medía 1,75 m), es del más puro estilo sevillano en su confección con candelero de base ovalada en pino, sus manos abiertas, acercándose más a su cara la derecha, que porta el pañuelo característico de las Dolorosas y en la izquierda lleva el santo Rosario o la rosa de Pasión que en este 2007 estrenará. Su cabeza está inclinada hacia la derecha en resignado gesto de dolor, con el rostro bañado por cinco lágrimas de cristal (dos en la mejilla derecha y tres en la izquierda), pestañas postizas y boca entreabierta. Cabeza y manos realizadas en madera de pino de Flandes. Iconográficamente representa a la Virgen sumida en su cuarto dolor: el encuentro con su Hijo en el camino del Calvario; dolorosa bajo palio. Luce sobre su cabeza corona realizada en 1980 y chapada en oro en 1997.
El escultor sevillano Manuel Tovara Villegas, restauró en 1980 algunas grietas de la encarnadura del cuerpo. En 1985 Moreno Daza restauró los antebrazos y en 1989 fue saneada de nuevo por miembros de la Junta de Gobierno. Finalmente ha sido restaurada y reformada en profundidad en 1996, por el escultor local Elías Rodríguez Picón ante el deterioro del cuerpo de la Imagen realizó uno nuevo en madera de cedro real, respetando el rostro y manos de su hechura primitiva. Modificó la posición de la cabeza, colocándola en la posición natural para la que estaba concebida, haciéndole al busto nueva inclinación más hacia adelante; le coloca nuevas pestañas y lágrimas de cristal, reforma la cabellera tallada que aparecía en la Imagen sin terminar en la parte de la nuca, y realizó un nuevo candelero de base ovalada en madera de cedro. En dicha intervención, se disminuyó la altura en unos 17 cm, con el propósito de dotar a la misma de unas proporciones anatómicas correctas.
La Dolorosa viste en su paso procesional saya de terciopelo granate bordada en oro perteneciente a la Imagen desaparecida en 1936 y pasados a nuevo terciopelo en el 2000. Procesiona bajo palio de terciopelo negro, de estilo barroco, bordado en oro de aplicaciones, realizado en el taller de la Hermandad durante los años 1991-1998 .
El 5 de Octubre de 2.002 se desarrolló una Procesión Extraordinaria con que culminaron los actos y cultos programados para la celebración del Cincuenta Aniversario de la llegada a nuestro pueblo de la Imagen de nuestra Titular. A su salida, el Sr. Alcalde-Presidente del Ayuntamiento de Rociana del Cdo. otorga a nuestra Titular su
Medalla de Oro, imponiéndosela a las puertas de la Parroquia y se inauguró un retablo de azulejos con la reproducción de la Virgen en la fachada de la misma en conmemoración de dicho evento.
En 1.952, Dña. Dolores Harriero Molina adquiere esta efigie de la Virgen, costeándola de su propio pecunio, con el propósito de sustituir la antigua imagen de la Virgen de los Dolores. En este mismo año se bendecía esta Dolorosa, su salida se preparó desde la bodega de D. Eloy Picón (Avda. de Niebla); desde allí salió en parihuela recorriendo distintas calles hasta la ermita de la Virgen del Socorro, donde tuvo lugar la ceremonia. Después de su bendición se trasladó provisionalmente a la casa de Dña. Dolores Harriero Molina, hasta 1953 que se trasladó a la parroquia recién inagurada.
La imagen de la Virgen de los Dolores de candelero para vestir, tallada de cabeza y manos por José Manuel Rodríguez Fernández-Andes en 1945 y adquirida en 1952; de tamaño natural, mide 1,58 m tras la restauración sufrida en años posteriores (en su hechura primitiva medía 1,75 m), es del más puro estilo sevillano en su confección con candelero de base ovalada en pino, sus manos abiertas, acercándose más a su cara la derecha, que porta el pañuelo característico de las Dolorosas y en la izquierda lleva el santo Rosario o la rosa de Pasión que en este 2007 estrenará. Su cabeza está inclinada hacia la derecha en resignado gesto de dolor, con el rostro bañado por cinco lágrimas de cristal (dos en la mejilla derecha y tres en la izquierda), pestañas postizas y boca entreabierta. Cabeza y manos realizadas en madera de pino de Flandes. Iconográficamente representa a la Virgen sumida en su cuarto dolor: el encuentro con su Hijo en el camino del Calvario; dolorosa bajo palio. Luce sobre su cabeza corona realizada en 1980 y chapada en oro en 1997.
El escultor sevillano Manuel Tovara Villegas, restauró en 1980 algunas grietas de la encarnadura del cuerpo. En 1985 Moreno Daza restauró los antebrazos y en 1989 fue saneada de nuevo por miembros de la Junta de Gobierno. Finalmente ha sido restaurada y reformada en profundidad en 1996, por el escultor local Elías Rodríguez Picón ante el deterioro del cuerpo de la Imagen realizó uno nuevo en madera de cedro real, respetando el rostro y manos de su hechura primitiva. Modificó la posición de la cabeza, colocándola en la posición natural para la que estaba concebida, haciéndole al busto nueva inclinación más hacia adelante; le coloca nuevas pestañas y lágrimas de cristal, reforma la cabellera tallada que aparecía en la Imagen sin terminar en la parte de la nuca, y realizó un nuevo candelero de base ovalada en madera de cedro. En dicha intervención, se disminuyó la altura en unos 17 cm, con el propósito de dotar a la misma de unas proporciones anatómicas correctas.
La Dolorosa viste en su paso procesional saya de terciopelo granate bordada en oro perteneciente a la Imagen desaparecida en 1936 y pasados a nuevo terciopelo en el 2000. Procesiona bajo palio de terciopelo negro, de estilo barroco, bordado en oro de aplicaciones, realizado en el taller de la Hermandad durante los años 1991-1998 .
El 5 de Octubre de 2.002 se desarrolló una Procesión Extraordinaria con que culminaron los actos y cultos programados para la celebración del Cincuenta Aniversario de la llegada a nuestro pueblo de la Imagen de nuestra Titular. A su salida, el Sr. Alcalde-Presidente del Ayuntamiento de Rociana del Cdo. otorga a nuestra Titular su
Medalla de Oro, imponiéndosela a las puertas de la Parroquia y se inauguró un retablo de azulejos con la reproducción de la Virgen en la fachada de la misma en conmemoración de dicho evento.
Fuente: revistas Nazareno y Dolores
2 comentarios:
podrias decirme quien ha escrito este articulo, por favor?
Está todo cogido de la revista Nazareno y Dolores de estos tres años y de distintas personas que han escrito pero la mayoría pertenece a Manuel Rodríguez
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