Y los badenes llegaron de Mazagón

Así es, cuando ya hace algunos años nos asfaltaron el trozo que quedaba para conectar Rociana con Mazagón podíamos hacer el trayecto en unos 25 minutos. Por suerte o por desgracia año a año, el número de badenes que ha ido instalándose en esa carretera ha aumentado proporcionalmente a la muerte de algún lince, aumentando así también el tiempo. Pues bien, esa moda de badenes llegó al pueblo. En un principio se colocaron estratégicamente esos badenes de metal en las entradas del pueblo, creo que con bastante acierto y respeto por parte de todos los ciudadanos. Puestos a experimentar probaron un megabadén en medio del Carril de los Moriscos estilo “Almonte” y no por nada, sino porque fue el primer sitio donde vi los badenes esos, pero claro, bien hechos. Porque lo ideal en ese tipo de badenes es que tenga una suave pendiente que te eleve y mantengas el vehículo arriba para luego bajar y no que te quedes colgado y posiblemente acabe tu coche rozando con el asfalto. O peor aún por experiencia cercana que vayas con un tractor enganchado a un remolque que a su vez iba cargado con 2000 kg de abono y al bajar el badén la V del remolque se venza, vuelque el remolque y quede los sacos tirados en medio de la calle, con lo que supone para el pueblo obstaculizar esta vía. Y es que me parecen que los políticos no han tenido en cuenta que Rociana es un pueblo agrícola, y como tal son muchos los tractores que además de coches comparten nuestras calles. Esta experiencia sí es personal, pues circulaba yo con el tractor ese que es de pequeño tamaño, ideal para las viñas cargado con un sulfatadora (que es una cisterna para aplicar productos pulverizados) y por muy despacito, casi parado y solamente impulsado por la inercia del vehículo, veo que el tractor al pasar las ruedas de atrás y cargado como iba con esa cisterna de 300 litros se me levantaba de caballito. Y es que todo está bien, pero en su justa medida, porque aunque todos nos quejamos de la gran cantidad de badenes que hay (tema de conversación, cuando vas en coche), a todos nos gustaría tener uno en la puerta de su casa, bueno mejor un badén más arriba y otro más abajo para que no me moleste el ruido. De esta forma estaré seguro de que mis niños pequeños no corren peligro al salir a la puerta de su casa, distraídos como niños que son. Eso sí, mi vecino de más abajo también tiene pequeños, con lo cual, otro par de badenes para él, que yo invito. En fin, no hay que ser tan dramáticos, que también tiene sus beneficios, pero esperemos que los que hay sean los justos y necesarios.