En mi visita este domingo a Sevilla, pude volver a contemplar lo que tantas veces había visitado cuando estaba en el colegio, pero en aquel entonces sin ningún interés, la Catedral y sus alrededores. Dentro de la catedral tuvimos la suerte de coincidir con el baile de los Seises por la festividad de la Inmaculada.
Los seises forman un grupo de canto y baile, con la particularidad de que sus trajes y sus canciones son del siglo XVI. Este grupo data del 1439 al menos. Se les llamó primitivamente niños cantorcillos y mozos del coro. En los dos primeros siglos vestían de pastorcillos. El nombre de seise, es una modificación fonética, mediante el seseo andaluz de la palabra castellana seize, que significaba dieciséis. De este modo, fueron en su origen dieciséis aunque actualmente se ha reducido a doce.
En el siglo XVI-XVII se cambió la ropa por un trajecito de paje al estilo de la corte de los Austrias, con un juboncillo, que viene a ser una chaquetilla sin mangas, muy ajustado al cuerpo. El juboncillo es de color rojo para los días de la octava del Corpus y de azul para los días de la Inmaculada Concepción. La prenda inferior es de calzón corto de color blanco al igual que las medias. Todo ello se completa con una banda que cruza el pecho, zapatos forrados de raso y un sombrero con plumas.
Originariamente, los seises bailaban con el adufe o pandero, instrumento muy popular en Sevilla en épocas pasadas. Pero se ha sustituido por unas castañuelas. La música que interpretan en sus bailes en un principio eran Villancicos. A finales del siglo XVI se sustituyen por canciones musicales de mayor empeño creados por los maestros de capilla de la catedral, con acompañamiento de órgano polifónico que han evolucionado desde las gallardas, hasta las pavanas.
En todos los actos que participan echan tres bailes: uno en honor al Santísimo Sacramento, o para la Virgen, el segundo en honor al prelado, y el último para las autoridades y el pueblo.
Los seises forman un grupo de canto y baile, con la particularidad de que sus trajes y sus canciones son del siglo XVI. Este grupo data del 1439 al menos. Se les llamó primitivamente niños cantorcillos y mozos del coro. En los dos primeros siglos vestían de pastorcillos. El nombre de seise, es una modificación fonética, mediante el seseo andaluz de la palabra castellana seize, que significaba dieciséis. De este modo, fueron en su origen dieciséis aunque actualmente se ha reducido a doce.
En el siglo XVI-XVII se cambió la ropa por un trajecito de paje al estilo de la corte de los Austrias, con un juboncillo, que viene a ser una chaquetilla sin mangas, muy ajustado al cuerpo. El juboncillo es de color rojo para los días de la octava del Corpus y de azul para los días de la Inmaculada Concepción. La prenda inferior es de calzón corto de color blanco al igual que las medias. Todo ello se completa con una banda que cruza el pecho, zapatos forrados de raso y un sombrero con plumas.
Originariamente, los seises bailaban con el adufe o pandero, instrumento muy popular en Sevilla en épocas pasadas. Pero se ha sustituido por unas castañuelas. La música que interpretan en sus bailes en un principio eran Villancicos. A finales del siglo XVI se sustituyen por canciones musicales de mayor empeño creados por los maestros de capilla de la catedral, con acompañamiento de órgano polifónico que han evolucionado desde las gallardas, hasta las pavanas.
En todos los actos que participan echan tres bailes: uno en honor al Santísimo Sacramento, o para la Virgen, el segundo en honor al prelado, y el último para las autoridades y el pueblo.
3 comentarios:
Me encantan. Este año para navidaes podríamos disfrazarnos de seises, que lo vi una vez en los Carnavales de Gines. Yo he tenido la oportunidad de verlos bailar, es otra de las muchas insignias de la capital hispalense.
Vamos, después de haberlos vistos me sé la coreografía de memoria, cuando qieras te lo demuestro!
Besos
no tenía ni idea que existiera tales bailes, desde luego no se acuesta uno sin saber algo nuevo...espero tener la suerte de contemplar algún dia estos bailes, sería muy curioso...
Publicar un comentario