To Santos

El día 1 de Noviembre como todos los años se celebra la festividad e todos los Santos, fiesta que relacionamos sobre todo con los difuntos aunque realmente su día, no es ese sino el siguiente, el día 2.
Suelen ser unos días, sobre todo como este año que cae en puente, típico donde los haya. Para empezar, es curioso como se ha abreviado el nombre de Todos los Santos a To santos. En estos días la carretera Niebla de mi pueblo es un ir y venir, incluso para mi quizás sea la única vez al año que utilizo muy asiduamente esa carretera.

Por la mañana del día 1, aprovechando su festividad multitud de personas se encaminan por la acera que separa el cementerio del pueblo. Aunque lo lógico sería que el cementerio fuera un lugar triste, en el caso de Rociana ocurre lo contrario multitud de grandes árboles entre ellos cipreses, dan la bienvenida a la entrada del mismo. Una vez dentro el blanco de las lápidas se mezcla con la multitud de flores que lo adornan de mil colores, como diría la canción.

Al fondo la capilla con el Cristo de la Buena Muerte y antes de llegar allí unos cuantos mausoleos de antiguas familias bienavenidas adornan el pasillo central del cementerio. El más reciente de ellos el de nuestro escritor Odón Betanzos Palacios recién fallecido. Una vez allí el personal visita a sus difuntos de una calle a otra y muchos se acercan a la nueva ampliación donde descansan los restos restos de personas fallecidas más recientemente y que no han sido enterradas en la zona más antigua. Es de destacar en algunas lápidas los epitafios, en otros (sobre todos los nuevos) la fotito del difundo o bien el relieve de algún santo o imagen de devoción del difunto: Virgen del Rocío, del Socorro, del Carmen, Inmaculada, dolorosas e incluso de las cruces de Mayo (Cruz de Arriba y calle la Fuente).

La segunda gran tradición es visitar la feria de Niebla, y año tras año más por fuerza de tradición que por necesidad se visita el municipio vecino. Esta feria de ganado, puestos y exposiciones antiguamente sí que tuvo su importancia, pues los municipios colindantes aprovechaban la visita para comprar aquellos productos que habitualmente no encontraban en su pueblo. Hoy en día, se da la vueltecita, se compra los peros o sobre todo las castañas y para casa. Y año tras año pese a que la feria no tiene gran atractivo se mantiene esa costumbre de ir, “lo que son las cosas .