EL ROCIO es... un olé colectivo que, lanzado al aire por Andalucía, atraviesa valles y montes, campos y sierras, ríos y marismas, y, convertido en Salve, muere a los pies de la Blanca Paloma cuando se estrella contra las albas paredes de su Ermita.
EL ROCIO es... un retoño de mujer que duerme en su cama sonriendo feliz, porque tiene al cuello la medalla; y cuatro angelitos de esquina que lloran desconsolados porque, al no tener cuerpo, jamás podrán llevar al cuello la medalla del Rocío.
EL ROCIO es... ¡Cientos, miles, millones de besos de medallas peregrinas, besando a Vuestra Madre en las Carretas, en los Simpecados, en los Estandartes, en los Pechos Peregrinos del Rocío!
EL ROCíO es... un puñado enorme de hombres y mujeres que, habiendo sentido el toque rociero de Vuestra Madre, hacen de sus vidas, antes hueras y vacías, un compromiso auténtico de servicio a Vos, a Vuestra Madre y a la Sociedad
EL ROCIO es... un pueblo que se echa a la calle, o una mujer herida de muerte que se asoma a la ventana, para decir adiós a los Romeros que inician el Camino.
EL ROCIO es... cien carretas - de madera, de oro, de plata, da igual -, convertidas cada año en mujer, en templo y altar, que cifran su vida y su felicidad en pasarse 360 días del año soñando con poder cobijar y abrazar, durante una semana, el Simpecado de la Blanca Paloma.
EL ROCIO es... un enjambre inmenso de hombres y mujeres que peregrinan a la Ermita cumpliendo promesas; y unos bueyes, mansos y pacíficos, que desbordan de alegría llevando a Vuestra Madre, al paso que algún otro muere de pena porque un día lo condenaron a no llevar ya más al Simpecado del Rocío.
EL ROCIO es... un fuego divino de Acampada en el que arden al mismo tiempo, espiritualmente, los corazones peregrinos y, materialmente, los troncos de leña que cada año y en cada Acampada, bailan una inteligente y maravillosa danza del fuego en honor de Vuestra Madre del Rocío.
EL ROCIO es... unos ríos de poca agua y mucha alma y un humilde puente de madera que se llama El Ajolí y que sirve a los Romeros para unir la tierra del Camino con el cielo de la Ermita»
EL ROCIO es... una multitudinaria Comunión de los hombres con Vos en la Eucaristía y un parpadeante e inmenso abrazo de luz a Vuestra Madre en el Rosario de la noche de Pentecostés.
EL ROCIO es... un torrente inmenso y tumultuoso de dones, gracias, favores y milagros que durante todo el año, día a día, se escapan de las fuentes de Vuestro amor a los hombres y llega a ellos a través del corazón y de las manos de Vuestra Madre del Rocío, que se tira a la calle en Pentecostés a buscar a los que la necesitan.
EL ROCIO es... ¡la paradoja de una aldea que en un abrir y cerrar de ojos ha pasado del multitudinario resplandor de la euforia a la oscura y amarga soledad del dolor, de la pena, del desgarro, del lamento y del sollozo¡
El Rocío es...
Después de cuanto os he dicho en mis informes, ¿cómo podría en una sola palabra deciros lo que es el Rocío? El Rocío no se dice. El Rocío no se describe. El Rocío no se define. El Rocío se intuye. Se siente. Se vive. Pero no se define.
EL ROCIO es... un retoño de mujer que duerme en su cama sonriendo feliz, porque tiene al cuello la medalla; y cuatro angelitos de esquina que lloran desconsolados porque, al no tener cuerpo, jamás podrán llevar al cuello la medalla del Rocío.
EL ROCIO es... ¡Cientos, miles, millones de besos de medallas peregrinas, besando a Vuestra Madre en las Carretas, en los Simpecados, en los Estandartes, en los Pechos Peregrinos del Rocío!
EL ROCíO es... un puñado enorme de hombres y mujeres que, habiendo sentido el toque rociero de Vuestra Madre, hacen de sus vidas, antes hueras y vacías, un compromiso auténtico de servicio a Vos, a Vuestra Madre y a la Sociedad
EL ROCIO es... un pueblo que se echa a la calle, o una mujer herida de muerte que se asoma a la ventana, para decir adiós a los Romeros que inician el Camino.
EL ROCIO es... cien carretas - de madera, de oro, de plata, da igual -, convertidas cada año en mujer, en templo y altar, que cifran su vida y su felicidad en pasarse 360 días del año soñando con poder cobijar y abrazar, durante una semana, el Simpecado de la Blanca Paloma.
EL ROCIO es... un enjambre inmenso de hombres y mujeres que peregrinan a la Ermita cumpliendo promesas; y unos bueyes, mansos y pacíficos, que desbordan de alegría llevando a Vuestra Madre, al paso que algún otro muere de pena porque un día lo condenaron a no llevar ya más al Simpecado del Rocío.
EL ROCIO es... un fuego divino de Acampada en el que arden al mismo tiempo, espiritualmente, los corazones peregrinos y, materialmente, los troncos de leña que cada año y en cada Acampada, bailan una inteligente y maravillosa danza del fuego en honor de Vuestra Madre del Rocío.
EL ROCIO es... unos ríos de poca agua y mucha alma y un humilde puente de madera que se llama El Ajolí y que sirve a los Romeros para unir la tierra del Camino con el cielo de la Ermita»
EL ROCIO es... una multitudinaria Comunión de los hombres con Vos en la Eucaristía y un parpadeante e inmenso abrazo de luz a Vuestra Madre en el Rosario de la noche de Pentecostés.
EL ROCIO es... un torrente inmenso y tumultuoso de dones, gracias, favores y milagros que durante todo el año, día a día, se escapan de las fuentes de Vuestro amor a los hombres y llega a ellos a través del corazón y de las manos de Vuestra Madre del Rocío, que se tira a la calle en Pentecostés a buscar a los que la necesitan.
EL ROCIO es... ¡la paradoja de una aldea que en un abrir y cerrar de ojos ha pasado del multitudinario resplandor de la euforia a la oscura y amarga soledad del dolor, de la pena, del desgarro, del lamento y del sollozo¡
El Rocío es...
Después de cuanto os he dicho en mis informes, ¿cómo podría en una sola palabra deciros lo que es el Rocío? El Rocío no se dice. El Rocío no se describe. El Rocío no se define. El Rocío se intuye. Se siente. Se vive. Pero no se define.
5 comentarios:
Esto no será de Antonio Burgos?? Es que tiene to la pinta.
Pos ahi va una de las mías, que aunque este año me kede en casa voluntariamente, lo rociero no lo pierdo con la ausencia:
"El Rocío es un corazón y un tambor que laten al mismo tiempo".
Pd.: Que tengais todos un buen Rocío, sin altercados coyunturales propios del lugar de alojamiento en cuestión. Cuidado con lo que se come, con lo que se bebe, con lo que se fuma, con lo que se echa bajo la almohada, con los tres pisos de las literas, con los postres de Iván, con el agua caliente de la ducha y con el color del agua, cuidado con los huevos, con las ceremonias fuera de tradiciones... Por favor, para todo ello, esperad que yo llegue.
"Hermandad del largo Sacrificio" sin más, grasias por su gran colaborajión.
Po nada niña, esperemos echar un buen rocio y haznos una larga visita. De Antonio Burgos no es, es de un pregón de la hdad. de Ronda.
Mu bonito, y mu bien definido. Otro año más me quedo sin poder ir, otro de tantos, añorando esos caminos, esas vivencias. Pasatelo muy bien, no vemos.
el rocío es indescriptible!!! Ya lo dice la sevillana: "Hay vivencias del camino que no se pueden contar"... Gracias por la invitación...
que bonito... ya te visitaré cuando vaya...
Timore
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