Cádiz, salada claridad... Granada,
agua oculta que llora.
Romana y mora, Córdoba callada
Málaga, cantaora.
Almería dorada...
Plateado Jaén... Huelva: la orilla
de las Tres Carabelas
Y Sevilla.
(Manuel Machado)
Esta fue la frase más repetida en mi periplo por Graná con mis amigos Morritos y Rabanete, esa frase y “perdona, para ir a…., vale gracias”. Después de hacer un megaexamen de 10 folios y 3:30 horas de duración nos fuimos a Granada. Cuando llegamos a la barata pensión que pudimos coger, el dueño un tío raro raro y con muy mala pinta nos dio las llaves de la cutre pero eso sí limpia habitación, con 3 camas y un lavabo. Total que decidimos dejar la maleta y salir corriendo. Fuimos derechos a la calle Elvira y comprobamos el dicho, de que por cada cerveza te dan tu tapita, y vaya tapitas sobre todo la de los bares de la cercanía de la plaza de toros, cuando llevábamos 3 tapas, ya no podíamos comer más, pero claro quien dice que no a las tapas, así es Granada.
Lo mejor era que cada vez que salíamos nos teníamos que parar a saludar conocidos, ya la primera noche mientras cenábamos o tapeábamos se me acercaron un grupo de antiguos compañeros del Colegio Mayor, pero la cosa es que para almorzar al día siguiente también encontré gente conocida, y en las calles y en la discoteca, así es Granada.
En nuestro segundo día fuimos a conocer la gran maravilla La Alhambra, eso sí, intentamos de subir en dirección contraria, es decir por el barrio del Albaicín, con lo cual de nada nos sirvió el montón de cuestas que subimos, tuvimos que acabar otra vez en Plaza Nueva y coger el autobús urbano para que nos subiera. Nada más llegar a la Alhambra y después de dar vueltas llegamos a la taquilla, donde una gran cola esperaba a sacar su billete, yo no muy tonto me fui metiendo como para preguntar y acabé el segundo en la fila para comprar las entradas, vaya careto se le quedaron a mis amigos que hacían cola, los cuales pensaban que yo estaría en el servicio, “pues no”.
La visita fue relámpago ibámos a marchas forzadas viendo el Generalife, Alcazaba y finalmente el palacio. Que cosa más maravillosa, que arte nazarí por todos lados. Lo peor fue que después de llevarse más de 700 años los leones en el patio, llegamos nosotros y estaban los pobres en la UCI en un proceso de restauración hasta el 2008. Como nos sobró tiempo nos acordamos de que Clinton, (el presi de USA), dijo desde el mirador de San Nicolás: “Es el atardecer más bello del Mundo” y allá que nos fuimos otra vez a subir cuestas. La verdad es que era muy bonito, sobre todo por su ambiente de gente alternativa cantando aunque no tuvieran ni puñetera idea, sobre todo de cantar un fandango de Huelva. Desde allí contemplamos una fantástica vista de la Alhambra con Sierra Nevada al fondo, fue muy emotivo aunque mi amigo Rabanete, ya desesperado, mientras se ponía el sol preguntaba: “¿Y ahora, que pasa, Y ahora que pasa?, vámonos ya” así es Granada.
Ya por la noche, después del botellón en la puerta de Hipercor nos fuimos a las discotecas y vaya discotecas, si bonita era El príncipe con sus techos de madera, más bonita era Granada 10, que por la noche era discoteca y por el día un lujoso teatro. Aunque no nos poníamos de acuerdo a cual ir, creo que acertamos en El príncipe, el ambiente era más bien pijito, con su bamboleo incluido, en cambio Granada 10 ya era más de cuellos arriba. Nada más entrar, previo pago de 8 € y 6 por cada copa que te bebieras, sonaba Sergio Contreras con “A través de ti” y allí echamos la noche. Como anécdota, la tía que entró delante nuestra llegó a la discoteca en burro junto con sus amigas y es que estaban de despedida de soltera, eso solamente podía ocurrir allí, porque así es Granada.
En general acabamos enamorados de esa gran ciudad, pese al tío de la pensión con pinta de loco, que nos abría la puerta cuando llegábamos de madrugada con apariencia de intentarte clavar un cuchillo en la espalda, o que nos decía que nos teníamos que llevar el carnet de conducir porque la policía nos podía multar, pese a intentar hacerle comprender al tío que no teníamos coche, que habíamos venido en bus. De gran ayuda fue las amigas de Rabanete: Raquel, su prima, Ana, etc. que nos mostraron la otra cara de la ciudad. Tristes de volver de nuevo a Córdoba quedamos fascinados de la ciudad de la Alhambra, con la conclusión de que así es Granada.
Hoy 21 de febrero la imposición de las cenizas nos recuerda que nuestra vida en la tierra es pasajera y que nuestra vida definitiva se encuentra en el Cielo. La Cuaresma comienza con el Miércoles de Ceniza y es un tiempo de oración, penitencia y ayuno. Cuarenta días que la Iglesia marca para la conversión del corazón.Las palabras que se usan para la imposición de cenizas, son:
He tenido la oportunidad de ver la película, y la verdad me ha sorprendido, porque yo esperaba que fuera el típico espaghetti western, en el que solo se viera tiros por todas partes y falta de argumento. No obstante me alegro de que no haya sido así. La película muestra una Andalucía del siglo XIX, en la que el latifundismo con sus señoritos, y la más pura miseria de los conformistas jornaleros chocan como consecuencia de las terribles injusticias de esa época. La película muestra esa denuncia social sobre la situación del campo andaluz. Resulta muy interesante intentar reconocer los lugares donde se han rodado, algunos de ellos muy conocidos por nosotros como nuestras plazas de Rociana, la bodega San Antonio además de que muchos de los figurantes que aparecen son vecinos nuestros. Las labores del campo que antaño se realizaban como la siega del trigo o el abrazado de las viñas. Eso sí, el paisaje muy heterogéneo, en unas escenas aparece los campos de Rociana, en otros momentos las dunas de Doñana o la marisma del Rocío con la ermita al fondo, sobre todo para los que nos resulta familiar todos esos paisajes.

SINOPSIS
Más de 2.000 años contemplan la historia de esta ciudad. Romanos y musulmanes la eligen por capital engrandeciéndola como tal. Las diferentes culturas que a lo largo de los siglos se cruzan y encuentran en su solar la enriquecen y marcan definitivamente. La mezquita Aljama, con la catedral cristiana en su seno, coronan la joya que compone el blanco y abigarrado caserío de su conjunto histórico.
TORRE DE LA CALAHORRA
EL ALCÁZAR DE LOS REYES CATÓLICOS

Acaba de cumplir 50 años y su imagen está más de moda que nunca, hoy en día es frecuente ver innumerables coches, tatuajes, prendas de vestir o incluso banderas españolas que llevan insertadas el famoso “Toro de Osborne”. Pero este, como todo, tiene un origen y un creador.
Este año, una vez cumplido el trienio dedicado a los desafíos de la globalización, Manos Unidas abre un ciclo nuevo de campañas centrado en los Objetivos de Desarrollo del Milenio. En septiembre de 2000, al final de la Cumbre del Milenio, celebrada en Nueva York, 189 Estados miembros de las Naciones Unidas suscribieron la Declaración del Milenio. Los compromisos asumidos se plasmaron en una lista de ocho Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM),cuya finalidad es erradicar el hambre y la pobreza y mejorar la educación, la salud, la situación de las mujeres y el medio ambiente para el año 2015.
Un ejemplo lo vemos en todo el centro de nuestro pueblo, que hay que ver en que estado está las plazas, parece como si hubieran tirado una bomba en todo el centro. Llegó la proximidad de las elecciones y nos enteramos todos, que las plazas se tenían que arreglar. La plaza de España le hacia bastante falta, pues desde que se hizo por los años 50 no se había retocado y la verdad, es que bien que la hicieron, porque precisamente ha durado algo más de 50 años. Todo lo contrario a la otra, que en unos 15 años, hemos visto la plaza de la Constitución reformada en 3 ocasiones. Pero a esta plaza parece como si le tuvieran manía, porque cuando la reformaron en 1992, no hacía ninguna falta (al igual que ahora). Destrozaron una plaza preciosa con sus dibujos a modo de mosaico, sus resbaladeros por el que han pasado todos los culos de Rociana desde mi generación hacía atrás. Todo eso lo sustituyeron por una triste y “neocateta” plaza de baldosas grises no se si de color o de suciedad, unos bancos de los que todos huíamos (sobre todo si los de la plaza de España estaban libres), unas farolas que afortunadamente tuvieron que quitar porque más feas no podían ser. La arquitecta mucho gusto arquitectónico, valga la redundancia, no tenía la pobre. Y junto a esa remodelación pusieron las famosas palmeritas, que bien que la criticamos en su momento y que después de aguantar tantos años tan feas y mustias, ahora que se ponen esbeltas se la quieren llevar. En fin, cuestión de gustos lo de sustituirlas por naranjos. Y lo dicho, de nuevo quieren modificarla para volverla a ese “supuesto esplendor” que tenía en su origen. Aunque creo que podría haber aguantado un poco más con una pequeña remodelación sobre todo del mobiliario urbano, porque no es plan de quitar por quitar, lo que otros quitaron en su momento.